El Instituto de Ciencia Molecular de la Universitat de València (ICMol) ha celebrado este viernes 17 de diciembre la XX edición de su Jornada Científica. El encuentro ha repasado el estado de este centro reconocido como Unidad de Excelencia María de Maeztu y ha puesto sobre la mesa los últimos avances en diferentes campos de la nanociencia. Una mesa redonda sobre las políticas para la incorporación y retención del talento científico pone por la tarde punto final a la jornada.

La vicerrectora de Innovación y Transferencia de la Universitat de València, María Dolores Real, la secretaria autonómica de Universidades e Investigación, Carmen Beviá, el vicepresidente de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), Andrés García Reche, el coordinador del CSIC en la Comunidad Valenciana, Juan Fuster, y el director del Instituto de Ciencia Molecular (ICMol), Eugenio Coronado, han abierto esta mañana la XX Jornada Científica que el instituto de la Universitat de València celebra cada año desde su creación en el 2000.

Como en cada edición, el encuentro ha repasado el estado de este centro de investigación reconocido como Unidad de Excelencia María de Maeztu y ha puesto sobre la mesa, en tono de alta divulgación, los últimos avances en diferentes campos de la nanociencia.

“En el ICMol existe excelencia científica pero también sensibilidad e inquietud innovadora”. Este ha sido el primer mensaje lanzado por su director, Eugenio Coronado, para introducir el balance anual de un instituto presentado en sus tres vertientes: como centro de excelencia en nanociencia molecular, como centro de excelencia en química y ciencia de materiales, y como centro europeo para la educación superior.

Con 12 grupos de investigación, 85 tesis doctorales en curso, 450 publicaciones al año, 7 ayudas ERC en vigor y una plantilla de 262 personas de 25 países –107 mujeres y 155 hombres–, el ICMol es el primer instituto de España en investigación química según el Nature Index, colocando a la Universitat de València en el primer puesto también de las universidades españolas en Química y en el 58 del ranking europeo. En 2021, el instituto ha contado con financiación por valor de más de 9 millones de euros para proyectos europeos (más de 3,2M€), nacionales (1,4M€) y locales (más de 1M€), en sus diferentes líneas de investigación –materiales funcionales avanzados, espintrónica molecular, electrónica molecular y diseño molecular de biomateriales–, además de fondos para infraestructuras (2,5M€) y para transferencia (más de 700.000 euros), según ha explicado Coronado a lo largo de su exposición.

En el habitual bloque científico, las células vivas como ‘minifactorías’, recortar nanofragmentos de grafeno o la nueva ‘attoquímica’ han sido las cuestiones abordadas. Las conferencias han corrido a cargo del catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Santiago de Compostela y director del Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares (CIQUS), José Luis Mascareñas; Aurelio Mateo Alonso, profesor investigador del POLYMAT en la Basque Foundation for Science y premio a la excelencia investigadora de la Real Sociedad Española de Química, y Fernando Martín, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, director científico de IMDEA-Nanociencia y Premio Rey Jaime I de Investigación Básica (2017).

El tema de la incorporación y retención del talento científico ha planeado sobre la jornada, ocupando por la tarde el centro del debate. Así, la secretaria autonómica Carmen Beviá ha destacado la capacidad del Instituto de Ciencia Molecular para aprovechar al máximo las políticas de captación de talento que lleva a cabo la Generalitat Valenciana. “El gobierno valenciano tiene previsto invertir 34 millones de euros en el programa GENT 2021-2026, una iniciativa de apoyo a la generación y atracción de talento”, ha señalado. “Los investigadores GENT son una gran inversión que capta recursos para nuestro sistema de ciencia, y el ICMol cuenta con 6 científicos de este programa que han conseguido ya 4 ayudas del European Research Council”, ha añadido.

En este sentido, María Dolores Real ha insistido en el gran impulso que la incorporación de investigadores emergentes da a este centro con acreditación de excelencia María de Maeztu. “El éxito del ICMol en atracción de talento garantiza de lleno su continuidad”, ha dicho. La vicerrectora ha destacado la elevada posición que el instituto ocupa en los principales rankings científicos y la capacidad del centro para captar recursos, “con un promedio de 30 proyectos anuales y el hecho diferenciador de que el 60% de estos proceden de fondos europeos”. María Dolores Real ha puesto finalmente en valor el potencial del ICMol en materia de transferencia e innovación. “El instituto tiene solicitadas 15 patentes, 5 de las cuales han sido ya licenciadas a empresas; acaba de crear una spin-off, está a punto de poner en marcha otra y no deja de crecer el número de contratos y convenios que el centro mantiene con empresas”, ha concluido tras agradecer a la AVI su contribución a la mejora de la capacidad innovadora de los grupos de investigación de este centro de la Universitat de València. Recordar que el ICMol está acreditado, desde 2018, como Unidad Científica de Innovación Empresarial (UCIE), una figura de la AVI para mejorar el modelo productivo de la Comunidad Valenciana aprovechando la capacidad innovadora de los investigadores.

Desde la AVI, Andrés García Reche ha presentado un panorama complicado para innovación española, “que se asienta sobre un sistema mal diseñado por falta de inversión y de comunicación con el sistema productivo. España tiene una ciencia excelente y un sistema productivo que siguen caminos paralelos”, ha dicho el vicepresidente de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI). “Con las UCIEs (unidades científicas de innovación empresarial), la AVI se propuso mejorar este funcionamiento en el sistema valenciano y la práctica está demostrando que es posible hacerlo mejor y no hay por qué quedarse a la cola de la innovación europea”.

Por su parte, el coordinador del CSIC Juan Fuster ha anunciado que el CSIC invertirá 13 millones de euros en el Instituto de Tecnología Química (ITQ) –centro que mantiene estrecha relación con el ICMol– para investigación e innovación en energía e hidrógeno verde. “Es fundamental pensar en la consolidación y sostenibilidad de todo lo que se va a crear en tiempos de mayores inversiones, como los que vienen”, ha concluido.